Tendencias

Las aves de esta isla del Pacífico ingirieron tanto plástico que “crujen” al ser tocadas

Los investigadores alertan que no se trata de microplásticos, sino que de objetos con tamaños como los de tapas de botellas, cubiertos, pinzas y recipientes desechables de salsa. Advierten que la situación es una cruda advertencia para la salud de más especies en el medio marino.

Las aves de una isla que ingirieron tanto plástico que “crujen” al ser tocadas. Foto: Adrift Lab.

A unos 580 kilómetros de la costa este de Australia, se encuentra la isla de Lord Howe, un territorio que está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de las Naciones Unidas y que es conocido por su paisaje volcánico y sus numerosas especies de aves.

Sin embargo, más allá de la belleza natural de esta isla que alberga alrededor de 445 habitantes, los científicos han detectado graves consecuencias en la fauna a causa de la contaminación.

De acuerdo a los hallazgos de investigadores, las aves han ingerido tanto plástico que “crujen” al ser tocadas.

La situación también incluye a polluelos de menos de tres meses de vida y se presenta como una cruda advertencia para la salud de otras especies en el medio marino.

Así lo aseguró al Washington Post el ecólogo Alex Bond, curador principal del Museo de Historia Natural de Gran Bretaña.

Bond es parte de un equipo de investigadores de Adrift Lab, una organización conformada por especialistas que estudian los efectos de la contaminación en los océanos del mundo.

Las aves de una isla que ingirieron tanto plástico que “crujen” al ser tocadas. Foto: Adrift Lab.

El grupo lleva casi dos décadas estudiando las pardelas sable de la isla, que también son conocidas como pardelas de patas carnosas.

En su último viaje a Lord Howe, Bond descubrió un ave muerta con 778 trozos de plástico en su estómago, según relató.

Aquello intensificó las preocupaciones. No solo por la gravedad del hecho en sí, sino que también, porque el hallazgo superó el récord del año pasado, cuando se encontró un ave con unos 400 trozos.

Los investigadores creen que las aves marinas han estado extrayendo trozos de plástico del mar y dándoselos a sus crías.

Bond precisó al citado periódico que “estos no son microplásticos”.

Hablamos de objetos del tamaño de tapas de botellas y tetrabriks, cubiertos, pinzas para la ropa, la botella (con forma) de pescado con salsa de soja para llevar que se compra en los restaurantes”, aseguró.

Y lamentó: “Ese es el tipo de cosas que estamos encontrando en los estómagos de estos polluelos de 80 días”.

Las aves de una isla que ingirieron tanto plástico que “crujen” al ser tocadas. Foto: botella de plástico desechable con la forma de un pez / Adrift Lab.

Cómo la contaminación con plásticos en el mar llevó a que las aves de una isla “crujan” al ser tocadas

El ecólogo explicó que Lord Howe alberga a unas 44.000 pardelas sable, que se reproducen en la isla antes de que los polluelos abandonen el nido y vuelen a Japón a los 90 días de edad.

Según Bond, pueden pasar hasta siete años de su vida en el mar antes de regresar al territorio insular para reproducirse.

En el marco de sus investigaciones, los especialistas buscaron aves muertas en la playa y realizaron necropsias para examinar lo que había dentro de sus estómagos.

De la misma manera, limpiaron los estómagos de las aves vivas con agua, lo que según Bond fue inofensivo.

Al revisar su interior, los científicos vieron que algunas contenían hasta 60 gramos de plásticos, lo que representa hasta el 20% de su masa corporal.

Bondo explicó al Post que los padres alimentan a sus crías con plástico, ya que lo confunden con comida mientras pescan en el mar de Tasmania.

Dijo que aquello ocurre debido a la señal química que emiten los residuos.

“Estas aves comen peces y calamares, y, como saben, los trozos que extraemos no se adhieren accidentalmente a una presa”.

La ingesta de plástico por parte de las aves hace que, al tocar su esternón, se pueda escuchar un crujido.

No obstante, según el experto, “en las más gravemente afectadas se puede oír mientras todavía están vivas”.

El académico de biomedicina de la Universidad de Tasmania, Jack Rivers-Auty, detalló al citado periódico que han identificado aves que “crujen” y otras que han denominado “aves ladrillo”.

El nombre de esta última clasificación se debe a que sus vientres se han “laminado formando ladrillos sólidos y compactos, probablemente debido a su dieta marina oleosa”.

Según Rivers-Auty, “estos términos antes eran poco comunes y se usaban con cierta novedad”.

“Este año los usamos a diario”, lamentó. “La crisis del plástico se está acelerando y exige más de todos nosotros”.

Agregó que en un principio pensó que el plástico afectaría al estómago, el hígado y los riñones de las aves, pero que los nuevos hallazgos reflejan consecuencias en “casi todos los sistemas orgánicos”.

“Lo más preocupante es que el cerebro parece ser particularmente vulnerable. Estamos observando marcadores de neurodegeneración, similares a la demencia, en aves menores de 100 días”.

Según las investigaciones del equipo, basta con 1 o 2 gramos de plástico para que se generen consecuencias graves en las aves.

Por lo tanto, dijo, también es necesario analizar los riesgos de la exposición en otras especies.

“Necesitamos plantearnos estas preguntas, urgentemente y de forma colectiva, porque las señales ya están presentes”, alertó Rivers-Auty.

En este sentido, Bond enfatizó que “lo que observamos ahora en las pardelas sable es algo que sin duda veremos en muchas más especies en los próximos años y décadas”.

Un estudio publicado en 2023 y disponible en Plos One asegura que los seres humanos han llenado los océanos del mundo con más de 170 billones de piezas de plástico, en un escenario en el que se registra una “creciente contaminación plástica”.

Aún así, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente, se producen más de 460 millones de toneladas métricas de plástico cada año.

Lee también:

Más sobre:CienciaMedioambienteAnimalesPlásticoContaminaciónMedio ambientePardelas sablePardelas de patas carnosasAvesPájarosIsla Lord HoweAustraliaMarOcéanoMicroplásticosLa Tercera

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas leyendo a medias

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE
OSZAR »