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Militar, mirista y gay: Carlos Tromben rescata la historia del escolta de Salvador Allende

El peor de todos (Ediciones B), se llama el volumen de Carlos Tromben acerca de Mario Melo Pradenas, un miembro del GAP que fue militar, miembro del MIR, pero del que fue expulsado por ser gay, producto de la homofobia que había en la izquierda de su tiempo. Acá revisamos su historia junto al autor.

Militar, mirista y gay: Carlos Tromben rescata la historia del escolta de Salvador Allende Allende visita la Moneda a pocos días de la elección presidencial. Melo está detrás abriéndole la puerta. Foto tomada el 28 de agosto de 1970. Cortesía: Carlos Tromben

Mientras investigaba el período de la Unidad Popular para su libro Allende. Una novela en cinco actos (2023), el escritor Carlos Tromben se topó con una historia que le llamó la atención. Tenía potencial narrativo, era dramática, diferente. Literaria. La de Mario Melo Pradenas, uno de los escoltas presidenciales de Salvador Allende.

Melo Pradenas era un exteniente de Ejército, instructor de la Escuela de Paracaidistas, que fue expulsado de la institución castrense por su filiación izquierdista. De ahí pasó directo a las filas del MIR, y desde ahí, al Grupo de Amigos Personales (GAP), encargado de la seguridad personal del mandatario. Pero ello no termina ahí: además de militar y revolucionario, Pradenas era homosexual y tenía una pareja en la Fuerza Aérea de Chile, cosa que, como veremos, causó escozor en el seno de la izquierda chilena, incluyendo al MIR.

Por eso es que Tromben publica El peor de todos. La historia de Mario Melo Pradenas (Ediciones B), donde ahonda en la particular vida de este personaje, que tras el golpe fue detenido y permanece desaparecido hasta hoy. De eso, su autor habló con Culto.

“La primera ‘noticia’ que tuve sobre Mario Melo fue el libro de Eduardo Labarca, Allende. Después fui encontrando otras menciones en textos testimoniales como los de Osvaldo Puccio, Max Marambio y Bruno Serrano (miembro del GAP), así como en el libro-objeto-enciclopedia El MIR de Miguel, de Ignacio Vidaurrázaga. En paralelo, me fui encontrando con Mario Melo en las fotos de prensa de la época, siempre detrás de Allende, observando y vigilando el perímetro".

Melo, foto tomada probablemente a mediados de 1973, cuando ya no formaba parte del GAP. Cortesía: Carlos Tromben.

¿Cuáles fueron las principales dificultades del proceso de investigación?

Las fuentes vivas, algunas esquivas, otras con dificultades insalvables de salud. Algunas enfermaron mientras intentaba contactarlas y fallecieron. Ha pasado más de medio siglo y cada vez se nota más. Por eso terminó siendo mi libro más literario, un libro centrado en la fragilidad memoria y el paso del tiempo, sobre temas que en aquel tiempo no tenían ninguna connotación política como neurodivergencia y disidencia sexual.

¿De qué manera Mario Melo fue un confidente de Salvador Allende?, ¿por qué crees que tuvo ese rol?

Le tocó ser su sombra durante la campaña electoral y, por lo que sabemos a través de Eduardo Labarca, fue su cómplice/encubridor de escapadas extramaritales. Incluso la noche del triunfo electoral y en los días posteriores, hasta que Allende asumió la presidencia. En ese momento tomó la dirección de la guardia Max Marambio, que no podía ver a Mario Melo, y este pasó a jefe militar e instructor de cuadros del MIR, encabezando lo que se denominó “la Tropa”.

¿Hay algún testimonio del propio Allende hablando de él?

Ninguno. Allende no hablaba mucho de su intimidad y rara vez de su círculo más cercano de colaboradores. En una entrevista larga que le hizo Régis Debray a comienzos de 1971 este le pregunta por qué un presidente de la república tiene una guardia personal, y Allende le responde de manera más bien evasiva: no es una guardia, afirma, sino un grupo de amigos que lo acompañaron de la campaña, cuando su vida corrió peligro.

¿Dirías que Mario Melo logró entrar en el círculo más íntimo de Allende?

Sin duda, fue su sombra durante semanas, pernoctó en casa de la Payita, vecina a la casa de Guardia Vieja, y en la residencia de Tomás Moro en más de una ocasión, haciéndose cargo no solo de la seguridad sino también de aspectos domésticos: barrer el frontis, limpiar, hacer compras.

Mario Melo era oficial del Ejército, ¿cómo es que llega a integrar el MIR?

La única señal que dio durante su paso por la Escuela Militar fue un interés muy marcado por la guerra de Vietnam y la capacidad de resistencia de los guerrilleros comunistas. Su paso al MIR ocurrió en algún momento de 1969, cuando un dirigente muy carismático se escondió en el regimiento de paracaidistas donde Melo servía. Ese dirigente era Luciano Cruz, en ese momento un prófugo de la justicia y cuyo hermano era capitán del regimiento. A partir de ese momento Mario Melo y otros doce suboficiales comenzaron a sostener reuniones políticas con el MIR y el PS.

Subteniente Mario Melo recibe el premio Embajada de los Estados Unidos por sus dotes de liderazgo en la Escuela Militar. Foto tomada en enero de 1967. A su lado el coronel Paul Wimert, quien será pocos años más tarde enlace entre la CIA y militares golpistas. En la otra esquina el general Emilio Cheyre Toutin, director de la Escuela y padre del entonces subteniente Juan Emilio Cheyre. Cortesía: Carlos Tromben

Era homosexual. ¿Su condición fue un problema para el mundo de la izquierda?

Grave. La izquierda reflejaba, a través de sus medios de comunicación, la tendencia homofóbica y machista de la sociedad chilena. Había además un temor instalado en muchos homosexuales no solo al escarnio público, sino al chantaje.

Comentas que fue expulsado del MIR, ¿en qué circunstancias se generó esa expulsión?

Fuentes del MIR me dijeron que se le suspendió su militancia luego de que un militante joven lo acusó de acoso sexual, un término que no existía en la época, pero fue eso. Avances no solicitados. El escándalo no trascendió a los medios, pero al interior del MIR tuvo un impacto enorme debido al rol que desempeñaba. La caída en desgracia de Melo y la prematura muerte de Luciano Cruz en un accidente doméstico fueron dos golpes devastadores para el movimiento encabezado por Miguel Enríquez, quien no tenía ni el carisma desbordante de Cruz ni el entrenamiento militar de Melo.

¿Qué significó Mario Melo para la gente que vivió esa época?, ¿de qué manera crees que dejó su huella?

En el MIR era muy querido y admirado. Había ayudado a proteger a Allende y a desbaratar los planes golpistas que se sucedieron entre la elección y la toma del mando. Además, había sido un instructor militar durísimo, como esos que aparecen en las películas norteamericanas. Los cuadros más aguerridos supieron valorar esto. En el ejército se le consideraba un traidor y los encuentros que tuvo con excompañeros de escuela militar fueron muy tensos. Uno incluso estuvo a punto de terminar a balazos. Es un personaje imposible de encasillar y, por eso mismo, marcado por la tragedia.

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